Por norma general intento que los platos de diario no me lleven más de 25-30 minutos de elaboración porque entre semana no tengo demasiado tiempo para cocinar. El fin de semana es cuando uno ya puede dedicarle tiempo a la cocina y hacer esos guisos más elaborados o esos postres que se tienen que hacer con cariño. Total, que el otro día una compañera de trabajo me habló de esta receta, mi queridísima María. Ella y yo siempre hablamos de recetas, somos monotema total y siempre me da unos consejos muy buenos. Antes de ayer me dio esta receta, me pareció muy fácil y rápida, y ayer ya fui a comprar lo que necesitaba para hacerlo por la noche y dejar la comida de hoy preparada. Es un plato de cuchara contundente pero con pocos ingredientes y un sabor delicioso. Si os gusta el potaje no dudéis en hacerlo porque es una receta bastante light, apenas lleva grasa y ya sabemos que lo que engorda de estos platos es el tocino, no la legumbre, jajaja...
Si por una de esas casualidades estáis haciendo el plan Entulinea, son unos 8 puntos por plato y salen 3 raciones.
MIEL Y LIMON