ARROZ NEGRO CON CHOCOS Y LANGOSTINOS
En algún lugar hace tiempo leí que cocinar es un estado de
ánimo, yo más bien diría que el ánimo, en gran medida es un ingrediente
primordial de lo que se cocina que no suele indicarse cuando se escribe la
receta en un libro o en un blog, al igual que la paciencia, el cariño o la
ilusión.
Ánimo, ilusión, paciencia….e incluso a veces el cariño,
un cúmulo de sentimientos que son ingredientes básicos a la hora de cocinar, que se pierden cuando éste hecho se vuelve
rutinario, monótono, aburrido y obligatorio.
Cocinar no es siempre algo glamuroso como lo presentan en
algunas películas, a no ser que se cocine por propia voluntad, como una
diversión y no por obligación sin un reconocimiento de los comensales para
quien se cocina.
Si cocinar resulta tedioso y obligado, el compaginar la
labor de la cocina diaria con escribir las recetas y publicar un blog de lo que
cocinas puede resultar complicado, sobre todo si se realiza algún tipo de
introducción.
Hay días que quieres y no puedes, que se intenta escribir la
introducción de la receta en sí pero las ideas y la inspiración no surgen, como
igual puede ocurrir en la cocina; el cansancio, la falta de inspiración o
energía influyen en el resultado final, ya sea del plato o del post a publicar.
Es difícil mantener el ritmo, no sólo de nuevas
recetas, sin dejar atrás en ningún momento la cocina tradicional, la básica y
la habitual que nunca falta en nuestras cocinas; también mantener el entusiasmo
por escribir y describir, que en ocasiones sin darnos cuenta se puede ir
perdiendo o se adormece, llegando a perder frescura y espontaneidad.
De vez en cuando, me suele ocurrir que me tengo que poner a pensar qué cocinar, ¡¡ quién lo diría !!
toda una incongruencia cuando hay en mi blog, en Mi cocina, publicadas más de
1200 platos diferentes, al igual que me es habitual que cuando me siento a escribir me llega
la impresión de que no tengo nada que contar….
Hay días que me pasan como las hojas en blanco, sin ideas o con
la sensación de que ya la había escrito, como cuando sin darme cuenta vuelvo casi
a repetir una misma receta ya publicada. En cambio, hay días en que me fluyen las
palabras, que se me pasan por la cabeza recuerdos o momentos que voy
escribiendo en mi mente y que posteriormente no llevo a cabo, no los plasmo en
el ordenador, no los escribo escribo o llego a la conclusión de que, tal vez,
ahí no había un post.
Y es que no es sólo tener la idea. Tengo que poner orden,
pensar un poco, buscar, descubrir, indagar y madurar, en gran medida también
estudiar, como a mi me gusta, sobre cocina, ya sea el origen de ingredientes, de
recetas o del tema que voy a escribir; lo que suelo denominar cocinar el post.
Porque realmente el post se cocina en la cabeza. Escribirlo
es solo emplatar.
Y mi estilo de publicar “Mi cocina”, al igual que mi forma
de cocinar, ha ido evolucionando con el tiempo, ya no es sólo hacer una foto y
escribir muy escuetamente como hacer la receta; con el paso de los años intento
escribir elaborando mejor mis textos, con la ilusión de que habrá personas que
de verdad disfruta leyendo la introducción de mis platos y sobre todo que
continúen, esperando que les guste a quienes siguen mis recetas, mis post….aunque
a veces tenga la sensación de que me leen menos…..de que no lo va a leer nadie.
Quizás aburra a quienes visitan mi cocina virtual con tanta
palabrería, con mis “historietas”, mis pensamientos, pero lo que sí puedo estar
segura de que si leen mi receta, si la preparan no les sobrará en el plato…..Y
eso es lo que realmente me importa, por ello, si disfrutan cocinando los platos
que preparo, por lo que merece la pena seguir escribiendo y publicando éste
blog.
En ésta ocasión, un buen plato de arroz…..
¿Cómo lo hice?
Ingredientes para dos personas:
Cuatro chocos (jibias, chopo) medianos, dos por comensal….el
tamaño de unos 10 cmts. y suelo comprarlas en el malagueño mercado de Huelin,