Este es un postre hecho a base de fruta y
gelatina, queda muy vistoso, es suave, muy refrescante y estupendo para acabar cualquier comida en la temporada calurosa que se avecina
Preparación
- Siguiendo las instrucciones del fabricante de la gelatina, en un cazo se hierven 25o ml de agua, se retira del fuego y se le incorpora el sobre de gelatina de fresa, se remueve bien con una espátula o unas varillas hasta que queda disuelta la gelatina. A continuación se añaden 250 ml de agua fría, y se mezcla todo bien. Este preparado se vierte sobre un molde adecuado y se reserva en el frigorífico (yo uso el molde de corona de Tupperware)
- Cuando está medio cuajar, se colocan los fresones, previamente lavados, de modo que queden prácticamente cubiertos por la gelatina, y se vuelve a poner en el frigorífico para que cuaje bien
- De nuevo se pone a hervir un cazo con 250 ml de agua, y se repite el proceso, se aparta del fuego y se añade ahora la gelatina de limón. Cuando está bien disuelta se incorpora la leche bien fría y se bate bien para que quede mezclada. Al poner nata o leche en la gelatina, ésta se vuelve opaca, manteniendo un color vivo e intenso.
