Ingredientes (para 16 polos):
150ml de nata para montar (muy fría)
1 litro de leche
2 ramitas de canela
La piel de 2 limones pequeños (o uno grande)
120gr de azúcar
20gr de azúcar glas (opcional si soy muy dulzones)
Un poquito de canela en polvo para decorar
Elaboración:
En un cazo echamos la leche junto con las ramas de canela, la piel de los limones y el azúcar. Calentamos a fuego alto, sin dejar de remover durante 3-4 minutos (hasta que esté a punto de hervir). A continuación retiramos del fuego y tapamos. Dejamos que se enfríe por completo (para acelerar el proceso una vez templada podemos meterla en el frigorífico).
Una vez fría, con un colador, colamos la leche para retirar los restos de canela y de limón. Reservamos.
En un bol ponemos la nata (bien fría) y con unas varillas eléctricas batimos a velocidad media-alta durante 3-4 minutos hasta que esté montada. Si os gustan los helados muy dulces a los 2 minutos de batido añadimos los 20gr de azúcar glas, y continuamos batiendo hasta montar la nata.
Una vez montada, añadimos la leche que teníamos reservada poco a poco y sin dejar de batir a velocidad media-baja hasta que los ingredientes estén incorporados.
Ya tenemos la crema de nuestros polos hecha, así que ahora podemos rellenar los moldes con ella. Os aconsejo que la paséis a una jarra antes para que os sea más fácil.
Congelamos mínimo 4 horas.
Como os sobrará leche, la echáis en un vaso, la enfriáis en el congelador una hora, y ¡os la bebéis bien fresquita con un poquito de canela en polvo! jejeje.
Pasadas las 4 horas ya podemos probar nuestros polos. Para desmoldarlos echáis un poco de agua templada en una bandeja y mojáis el molde unos minutos, veréis que así salen perfectamente.
Por último, espolvoreamos canela molida por encima.