Todavía recuerdo cuando a finales de los 80 y principios de los 90, íbamos con mis padres a comer al chiringuito Antonio, en la Playa de Cabria en Almuñécar (Granada), solíamos tomar su famoso arroz mixto, los pescados a la plancha, el cóctel de gambas, y de entrantes o bien unas migas con pescado o unas patatas a lo pobre ('papas a lo pobre') casi siempre con huevos
fritos. Éstas últimas las teníamos que encargar al menos con una hora
de antelación, porque había que reservar un fuego para que el dueño Antonio (padre), las cocinara en la sartén a fuego muy lento, así estaban de buenas claro. Imaginad, subir de la playa y zamparse uno esto con un pescado y una buena cerveza, te relamías toda la tarde.
Pues bien, no teníamos este plato en el blog, y aunque peque de
sencillo, muchos aún no saben hacerlas, o bien las fríen del todo en una
freidora, terrible, o las sirven en una balsa de
aceite que además tiene mal sabor. También, las sirven cocidas en agua y luego rehogadas, lo peor. Las
papas a lo pobre se hacen despacio, cocinadas en abundante
aceite de oliva sí pero virgen y limpio, confitando las
patatas hasta estar casi tiernas y entonces se sube el fuego unos
10
minutos para dorar. Luego se escurren bien, fundamental, y se sirven al
centro o con el acompañamiento que deseemos. ¿Fácil verdad?
Nosotros a la preparación clásica le añadimos unos dientes de
ajo porque
le dan un toque de sabor sutil, además de ser un bocado de diez al
quedar confitados, lógicamente esto es opcional. Ingredientes para unas
papas a lo pobre para
2-3 personas,
2 patatas grandes,
1/2 cebolla,
1/2 pimiento verde (tipo italiano),
3-4 dientes de
ajo,
750ml de aceite de oliva virgen extra (valdría con usar un 'virgen' sin más) y
sal. Para decorar
perejil picado.