En esta receta utilizamos, como ingrediente principal, una hortaliza con un sabor y una textura muy suaves. Por este motivo no es díficil de introducirla en nuestros platos.
El verano es la época del calabacín, pero podemos comprarlo, todo el año, en cualquier futería o supermercado.
Al adquirir calabacines es mejor elegir los de tamaño pequeño o mediano, ya que los grandes contienen muchas pepitas y no son tan tiernos. Deben estar duros, al tocarlos, sin manchas ni golpes y pesados.
Admite numerosas formas de preparación: cocido, a la plancha, relleno, salteado, frito, etc. En este caso prepararemos unos sandwiches, o lo que es lo mismo, San Jacobos con jamón york y queso, casi no nos daremos cuenta de que comemos calabacín.
Un plan perfecto para los pequeños y mayores que se resisten a comer hortalizas.
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