1 Lata de piña en almíbar de 450g

225g de harina de repostería

1 Sobre de levadura

1/2 Cucharadita de canela ( si te gusta mucho el sabor de la canela puedes ponerle más)

1/2 Cucharadita de jengibre molido

200g de azúcar 

45g De coco rallado

2 Plátanos 

2 Huevos

180ml Aceite vegetal

30g Mantequilla a temperatura ambiente

60g Crema de queso a temperatura ambiente

1 Cucharadita de esencia de vainilla. Si no tienes pon un poco de azúcar avainillada

240g Azúcar glás

Pon la piña (sin el almíbar, pero reserva un poco porque la vamos a necesitar), en un vaso de la batidora. Tritura hasta hacer un puré. Pon este en un colador fino e intenta que quede lo más seco posible.

En un bol pon los huevos y bate, no hace falta demasiado, con que estén integrados suficiente. Agrega el azúcar, el aceite, el plátano hecho puré, la piña, el coco, jengibre, 60ml del almíbar de la piña, la canela e integra todo.

Pon la harina y la levadura juntas y tamiza encima de la preparación anterior. Mi consejo es que vayas echándola poco a poco y removiendo cada vez. Así se integrará bien y no hará demasiados grumos.

Enharina un molde y ponle abajo un poco de papel de horno para que no se pegue y te sea mas fácil desmoldar.

Introduce en el horno precalentado a 180º durante unos 40 minutos, dependerá del tipo de horno y el del molde. Así que comprueba si está hecho con un palillo antes de sacar.

Batir la mantequilla, la crema de queso y la esencia de vainilla en un bol hasta que la mezcla quede ligera y esponjosa, incorpora el azúcar glas poco a poco y sin dejar de batir.