Ya huele a verano, el calor se acerca y apetece menos encender el horno. Así que hoy os traigo una tarta que además de ser estéticamente preciosa, es muy sencilla de hacer, deliciosa y no necesita horno, ¿qué más se puede pedir? Eso sí, es adictiva, sobre todo para los más peques de la casa por su intenso sabor a petit suite.Nos ponemos delantales y ¡a cocinar!
Ingredientes
200 ml. de nata para montar o crema de leche.
100 g. de galletas digestive.
100 ml de leche entera.
6 petit suisse de fresa o danonino.
2 cucharadas de mantequilla.
1 sobre de gelatina de fresa (85g)
El molde que usamos era de 20 cm.
Preparación
En primer lugar haremos la base de galleta. Trituramos la base de
galletas y mezclamos con la mantequilla derretida. Extenderemos la
galletas sobre un molde desmontable, presionando para que quede compacto
y no se nos rompa a posteriori. Guardaremos en la nevera.
Montamos la nata con los petit suisse con una batidora de varillas,
tanto la nata como los petit tienen que estar bien fríos. Reservamos.
Calentamos la mitad de la leche , agregamos la gelatina y mezclamos
hasta que quede disuelta. Incorporamos la otra mitad de la leche para
atemperar la mezcla.
Vertemos la mezcla de la leche y gelatina a la mezcla de petit suisse y
nata y mezclamos bien con movimientos envolventes. Una vez bien
mezclada, vertemos sobre la base de galletas.
Dejamos enfriar en la nevera unas horas. Mejor dejarla de un día para otro.
Decoraremos al gusto. En nuestro caso lo hicimos con bolitas decorativas
y flores de azúcar, pero bien podéis poner chocolate u otro tipo de
decoración que os guste.