Receta de Torrijas Tradicionales

Torrijas Tradicionales

Se acerca la esperada Semana Santa, y como no, es el momento de comernos unas ricas torrijas que algunos llevamos esperando todo el año. Engordan, sí, pero están taaaan ricas…

Pero antes de la receta, vamos a empezar contando de donde viene esta antigua tradición…

¿De dónde viene la tradición de las Torrijas?

Las torrijas también son llamadas torejas o tostadas y se remonta a la época de los romanos. En el S. I d.c, Marcus Gavius Apicius, un famoso gastrónomo ya escribió sobre un dulce que era similar al de las torrijas.

Pero realmente su origen se remonta al siglo XV aunque con ligeras modificaciones a las torrijas que conocemos hoy en día

En un principio, estos dulces se utilizaban para aliviar a embarazadas cuando daban a luz de esa forma, favorecer la recuperación en el postparto por los años 1600. Antiguamente, la tradición era preparar rebanadas de pan más pequeñas que se servían con una copa de vino

¿Cómo llegan las torrijas a ser tradicionales en Cuaresma y Semana Santa?

No se tiene muy claro, como llegaron estos dulces a ser tan típicos en esta época del año. Pero lo que si es cierto, es que se trata de un alimento saciante y calórico que aporta energía. Por ello, comenzó a incluirse en la Cuaresma para compensar los momentos de abstinencia de algunos alimentos en este momento.

De esta forma, las torrijas se asocian también a momentos difíciles y con problemas económicos, cuando el poder disponer de un alimento asequible con pan duro permitía comer algún dulce sin necesidad de gastar mucho.

Porque para preparar torrijas, es muy importante que el pan sea duro, de dos o tres días y también puede ser elaborado de vino dulce puesto que según la tradición, las torrijas representan el cuerpo y sangre de Cristo.

Ya en el S. XX, las torrijas dejaron de lado un poco su vinculación religiosa y se hicieron más habituales en las tabernas madrileñas junto a un vaso de vino.

Sin embargo, las torrijas no sólo se consumen en España, sino que otros países cuentan también con su propia versión de la torrija tradiconal.

En Francia lo llaman (el pan perdido)

Gran Bretaña y Alemania:  , respectivamente

Portugal: aunque son más típicos en Navidades

EE.UU:

Suiza:

Austria: Pofesen

Hungría:

Países Bajos:

Como puedes ver, las torrijas son muy antiguas y tradicionales que cuenta con muchas versiones así como lugares donde se prepara.

¿Cómo prepara unas torrijas tradicionales con leche?

Ingredientes

Barra de pan duro o específico para torrijas

1,5 L de leche entera

5 huevos medianos

1 palo de canela en rama

1 vaina de vainilla

Cáscara de medio limón

100 ml de Vino Oporto

300 gr de azúcar blanca

1 cucharada de canela molida

½ L de aceite de oliva

Preparación

1º Aromatizamos la leche:

Lavamos muy bien el limón y pelamos su piel de manera fina, sin mucho blanco ya que luego esto amarga el postre.

Lo que va a marcar la diferencia en esta receta de torrijas son las vainas de vainilla que necesitaremos abierta entera, no hace falta incluir las semillas (que podéis guardar para otro postre). Cortamos los extremos, la parte más ancha de la vaina de un extremo al otro, abriéndola como un libro.

Raspamos el interior con la hoja de un cuchillo para sacar las semillas que vamos a guardar.

Echamos la vaina limpia a la leche y una vez aromatizada la leche, la sacamos y secamos ya que la podemos utilizar para otras cosas como aromatizar azúcar y hacer nuestro propio azúcar avainillado.  

Calentamos la leche a fuego medio casi hasta la ebullición. Bajamos la temperatura y retiramos del fuego, añadimos la vaina de la vainilla, la piel del limón y por último la rama de canela.

Dejamos todo en reposo durante 5 minutos, la leche debe estar tibia o fría cuando la empleemos para empapar las torrijas. Reservamos.

Un truquillo para que las torrijas no salgan empalagosas es no añadirle azúcar a la leche que hemos infusionado. Sino cuando preparemos el almíbar o con el azúcar y la canela que añadiremos al final.

2º Preparación de las Torrijas: Utilizaremos un recipiente para ir mojando el pan para las torrijas y lo llenamos con la leche que tenemos reservada. Añadimos el vino de Oporto y batimos para mezclar bien los líquidos.

Batimos los huevos hasta que espumen un poco y añadimos dos cucharadas de leche infusionada, volvemos a batir y colocamos en otro plato que sea cómodo para mojar las torrijas antes de freír.

Ponemos una sartén con el aceite y calentamos a fuego medio.

Mientras se calienta el aceite, bañamos las rebanadas de pan en la leche infusionada. Le damos la vuelta para que se impregnen bien pero que no chorreen y la pasamos por el huevo batido que ya tenemos preparado. De ahí directamente a la sartén con aceite bien caliente.

3º Fritura y presentación final:

Freímos las torrijas y les damos la vuelta hasta que estén doradas ayudándonos con un tenedor.

Retiramos a un plato con papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite.

Llenamos un recipiente ancho con azúcar y canela en polvo. Unas dos cucharaditas de canela en polvo por cada 100 g de azúcar. Mezclamos bien con un tenedor.

Rebozamos las torrijas en esa mezcla, que se impregnen bien de azúcar y canela.

Dejamos enfriar y degustamos a temperatura ambiente o frías. Recuerda que las torrijas están mejor de un día para otro. ¡Una delicatesen, vamos!

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